El pasado fin de semana del 29 al 30 junio tuvo lugar el primer Encuentro de Migraciones y Derechos Humanos “Enfrentar la Frontera”. El curso fue organizado por la Asociación de jóvenes SAL (Solidaridad, Amistad y Libertad), y reunió a 25 asistentes a tiempo completo, y 10 personas más que acudieron a distintas ponencias abiertas.
El encuentro buscaba acercarnos a la realidad migratoria, y contó con diversas intervenciones. En primer lugar, Mónica Prieto aportó una visión global de este fenómeno, resaltando cómo la sociedad construye muros en diversos ámbitos, entre ellos la migración. Se abordó la problemática en relación con otras realidades, como la de la explotación laboral. Además, se expusieron las líneas generales del Pacto Mundial y del Pacto Europeo de Migración Asilo.
En la segunda mitad de la mañana, Rufino García habló de los Centros de Internamiento de Extranjeros, y de la acción de la Iglesia en el acompañamiento espiritual y personal de las personas internas, que viven una situación de tensión permanente, por no saber si van a ser deportadas o no. Además, a través de un reportaje fotográfico realizado por Ester Medina pudimos conocer en mayor detalle cómo es la vida de las mujeres en dos de las fronteras del mundo. Imágenes que nos transmitieron el trabajo realizado por las Patronas, mujeres mexicanas que dan refugio y alimentos a los inmigrantes que cruzan el país camino a EEUU, la mayoría polizones del tren conocido como La Bestia; y la vida diaria de las porteadoras en Ceuta, mujeres que cargaban con fardos de mercancías a su espalda para poder ganarse la vida en Marruecos.
Como bien nos comentaba Mónica, quien más nos enseña sobre las migraciones, sobre la vida de las personas migrantes, son las propias personas migrantes. Por ello, por la tarde, contamos con “Historias con Voz Propia”. En primer lugar, Rabiú Gado y Aboubakar Aminou compartieron con nosotr@s su propio testimonio de trabajo, vida y arte en la sociedad, y en su camino migratorio. Escuchamos vivencias reales de cómo la situación de una persona puede cambiar en función de sus condiciones de trabajo, de ser acogido o no por la sociedad de llegada, y de la importancia de las fronteras psicológicas que muchas veces son reflejo de las fronteras físicas. Posteriormente, la hermana Lety habló de la riqueza de las migraciones, poniendo de relieve la importancia de poner en el centro, como piedra angular a la persona, reconociendo su diversidad. Sentir al diferente como un sumar, un tesoro, no como una resta o un peligro.
Ya el domingo, contamos con Augustin Ndour, que nos habló de cómo la historia de la humanidad no se entendería sin el hecho migratorio, y de las causas existentes tras este, insistiendo en la situación de empobrecimiento de los países africanos que muchas veces empuja a salir de tu tierra, auténtica violación de las fronteras. No obstante, se recalcó el hecho de que cada persona que migra puede tener su propia razón, su propio proyecto familiar y personal para migrar. Para finalizar hemos conocido más de cerca el proceso de la ILP para la regularización extraordinaria de personas migrantes llevado a cabo este año.
En el encuentro compartimos además tiempos de diálogo, de conocernos unos a otros, y de respirar un ambiente de colaboración en la Casa Emaús. Un encuentro en el que compartimos vida y formación. Conocimos testimonios actuales de esperanza y lucha en el caminar con las personas migradas y refugiadas. Este es solo el primero de los Encuentros “Enfrentar la Frontera”, en los que queremos avanzar en el compromiso de la acción frente a la vulneración de los derechos humanos en la realidad de las personas migrantes.